domingo, 4 de noviembre de 2012

ACERCA DE LA POLÍTICA, EL PODER POLÍTICO Y EL ESTADO. Por Julio Soto Angurel


ACERCA DE LA POLÍTICA, EL PODER POLÍTICO Y EL ESTADO  
Por
Julio Soto Angurel

La lucha pacífica es solo un aparente método de lucha política, pero, la política es el uso de los artificios que se usan, para el sometimiento de un grupo o una clase social, usando los poderes que brinda el estado, mediante la coacción, la coerción o cualquier otro método violento.
En el uso de la política se impone obligatoriamente, doblegar las voluntades de las otras personas que son gobernadas y sobre las que se descargan los poderes del estado.
Carlos Marx brindaba la definición de que el poder político es la violencia organizada de una clase para someter a otra.
No hay política, sin poder político y no existe el poder político sin la presencia del estado.
El estado es una maquinaria burocrática de opresión y sometimiento que además, genera corrupción. El grupo que tiene el poder usa la corrupción hábilmente dirigida, para someter y doblegar las voluntades de quienes se dejan corromper.
De acuerdo a lo que he observado en Cuba, los estados altamente represivos y policíacos se valen de los diferentes cuerpos policiales para corromper secretamente a las personas y estos cuerpos son los que dirigen la corrupción.

Han habido grupos como los anarquistas y los anarcosindicalistas que fueron muy populares e influyentes en España y nuestra Cuba pre castrista, que han tratado en vano de crear una sociedad sin la presencia del estado.
Los comunistas entre los que se encontraba el mismo Lenin veían la panacea universal en el comunismo en que la nueva sociedad había extinguido el estado.
Falso, esto no ocurrió nunca, los estados socialistas fueron siempre maquinarias burocráticas terribles, feroces y opresivos y usaron el miedo y el terror como sustituto del matar, torturar o golpear para doblegar las voluntades y en vez de extinguirse, se volvieron cada vez más fuertes, organizados y poderosos.
Pienso que el estado es una desgracia de la que no es posible evadirse, sino convivir con este y crear condiciones institucionales adecuadas con el fin de amortiguar sus terribles efectos sobre quienes se descargan sus poderes.
Pero como no hay estado sin poder político, quien usa el poder, abusa del poder.
Generalmente,  los gobernantes que se encuentran con la conducción del estado y el manejo de sus poderes, son los peores enemigos de sus propios pueblos y de su estado-nación.
Los gobernantes que están al frente y dirección de la maquinaria del estado y del poder político deciden quien debe morir y a quien se le permite vivir; a quien se le mete dentro de una prisión o a quien se le permite vivir fuera de ella, a quien se le debe torturar y a quien no.
Deciden además si lanzan a su pueblo a una guerra o le permiten vivir en paz.

La política es violenta y muchas veces  esta se aplica de su forma más tremenda, que es la guerra.
La guerra es una forma de hacer la política, querer aplicar el pacifismo para lograr objetivos políticos, es como parase delante de un proyectil disparado y tratar que entre en el cuerpo poco a poco y que no cause daños.
Generalmente los pacifistas reales, son creados y usados sin que estos se den cuenta, por quienes manejan los poderes del estado y del poder político, para entretener a las masas, para que no se reviren o defiendan y esto solo lleva a formas de opresión y aplastamiento de las libertades o al exterminio físico de los pueblos.
Generalmente los grupos pacifistas, es posible encontrarlos dentro de religiones organizadas como la Iglesia Católica, los Testigos de Jehová etc. y en las llamadas organizaciones no gubernamentales (ONG) que invariablemente están dirigidos secretamente por quienes tienen los poderes del estado.

Otras veces, la mayoría de estas, los grupos pacifistas son una quinta columna conciente que tratan de impedir que las masas se revelen y opongan resistencia a quienes detentan el poder político, ejemplo, las famosas y faranduleras Ladies in White, la tal Yoani Sánchez, Jorge Luis García Pérez conocido bajo el pseudónimo de Antúnez, el fallecido Osvaldo Payá Sardiñas y un médico llamado Ocar Elías Biscet y otros. Todos son manejados por la familia Castro Ruz  y muchos de ellos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
Nunca los pacifistas reales tienen los poderes del estado o si los alcanzan, no pueden mantenerlo.
El mando del estado y el uso de sus poderes están invariablemente en manos de las personas violentas.
El uso de los poderes del estado lleva a violentar las voluntades de las masas para lograr que estas hagan lo que  conviene al grupo que posee el poder y la mayoría de las veces hay que arrebatarles este uso violento con otra violencia igual o superior.
Es un círculo vicioso del que no se sale nunca.
Solo hay que acostumbrarse a esto y meterse en la cabeza de que hay momentos que  es necesario ir a la guerra y de que hay que tomar las vidas y derramar la sangre de los opresores.
La guerra es consustancial con los seres humanos.

Esto es así siempre. No puede ser de otra forma. Al menos en el planeta Tierra.

Cliffside Park, NJ. 07010. USA.


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