miércoles, 2 de mayo de 2012

UNA EXPERIENCIA SOBRE EL PRIMERO DE MAYO. Por Julio Soto Angurel.


Lo más importante en mi vida de celebración del 1ero. de mayo fue, que estando yo preso en la prisión Micro 10 en Alamar, que estaba al frente de la Academia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias al este de La Habana, donde yo prestaba mis servicios como bibliotecario y analista de información militar, quise fundar para ese día un sindicato de obreros presos. ¿Y pueden ustedes creer que pasó?.
Pues que me dieron un martillazo por la cabeza y con la cabeza rota me metieron incomunicado en un calabozo.
Y cuando me llevaron al policlínico de esa localidad a coserme la cabeza, cuando me fueron a dar los puntos para cerrar la herida,
descubrieron que se acabó la anestesia y me dieron los puntos a sangre fría y por supuesto que me regresaron al calabozo,
hasta dos días después del primero de mayo.
Así son de complicadas las lides laborales hasta en Cuba, que es un verdadero paraíso para los trabajadores y los oprimidos
del tercer, el cuarto, quinto y hasta el sexto mundo.
Felicidades a todos. ¡Vivan todos los trabajadores!
Julio Soto Angurel jusoan1@hotmail.com
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